UNA VISIÓN DE JOHN CLARE

martes, julio 19, 2016




Perdí el amor del cielo allí arriba,
desprecié los placeres de la tierra aquí abajo;
sentí la dulzura del amor imaginario
y el infierno fue mi único enemigo.

Perdí los placeres terrenales, pero sentí el ardor
de la llama celestial en mi interior
hasta contemplar la belleza, y me convertí en
el barco de la inmortalidad.

Amé, mas la mujer me abandonó;
me alejé de su fama trasnochada,
me aferré a la luz eterna del sol
y escribí hasta que la tierra no fue más que un nombre.

En todas las lenguas de la tierra,
en todas las cosas y en todos los mares,
otorgué a mi nombre vida inmortal
y mantuve mi espíritu con los seres libres.

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