CANCIÓN
Un marinero en lo alto del mástil
no ve más que las olas del océano
y oye el cambiante y salvaje estallido
donde brama la fuerte tormenta.
Perdí el amor del cielo allí arriba,
desprecié los placeres de la tierra aquí abajo;
sentí la dulzura del amor imaginario
y el infierno fue mi único enemigo.
EXISTO
Siento que existo -sólo sé que existo
y camino por la tierra desolado y vacío:
ésta cárcel terrenal me heló el cuerpo con su copa
de tristeza y destruyó mis pensamientos elevados,
YO SOY
Yo soy, pero todos ignoran lo que soy y a nadie importo,
me olvidan mis amigos como a un fugaz recuerdo;
soy el consumidor de estas mis propias penas,
que surgen y se esfuman en la inconsciencia afable
cual sombras en las ansias contrarias del amor:
y sin embargo yo soy, y vivo como espíritu arrojado