Cocinando entre amapolas

• 2 pechugas de pollo grandes
• 3 aguacates de tamaño medio
• 5 dientes de ajo laminados
• 500 mililitros de nata para cocinar
• 1 pastilla de avecream
• Sal y pimienta al gusto
• Un puñado de perejil fresco picado
• Aceite de Oliva

• 6 patatas de tamaño medio
• 1 cucharadita de ajo en polvo
• 1 cucharadita de perejil seco
• Sal y pimienta al gusto
• Aceite de oliva
• 6 daditos pequeños de mantequilla sin sal

1. Limpiamos bien las patatas y las cortamos en laminas finas sin llegar a cortarlas del todo, queremos que quede como una especie de abanico.
2. Las salpimentamos al gusto, y las rebozamos con una mezcla de ajo en polvo y perejil.
3. Colocamos las patatas en una bandeja con papel de hornear, les añadimos un ligero chorrito de aceite y luego colocamos encima de cada patata un dadito de mantequilla.
4. Metemos en el horno pre-calentado a 200º con calor arriba y abajo y horneamos durante 40-45 minutos.
5. Mientras se hornean las patatas vamos preparando el pollo. Cortamos las pechugas en dados de mas o menos el mismo tamaño y las salpimentamos al gusto.
6. Calentamos en una olla un buen chorro de aceite, y sofreímos el ajo a fuego suave. Añadimos el pollo y salteamos removiendo de vez en cuando hasta que cambie de color.
7. En un bol trituramos dos de los aguacates con ayuda de un tenedor. Aparte picamos el tercer aguacate en trocitos.
8. Cuando el pollo haya dorado ligeramente, agregamos poco a poco la nata líquida mientras removemos.
9. Incorporamos la pastilla de avecream y seguimos removiendo de forma constante hasta que se disuelva.
10. Por último agregamos el aguacate y el perejil, mezclamos bien y seguimos cocinando unos 15 minutos más mientras removemos.
11. Corregimos de sal y pimienta, apartamos del fuego y dejamos reposar 10 minutos.
12. Servimos nuestro pollo en salsa de aguacate acompañado con la guarnición de patatas hasselback. ¡Que aproveche!

¡Hola Comileros/as!, ¿cómo estáis?.

Hoy os traigo una receta especial, de éstas que me encantan, no solo por la comida en sí, si no por que están inspiradas en libros o películas. En esta ocasión se trata de la novela de Drácula de Bram Stoker, que me avergüenza admitir que no había leído hasta hace poco a pesar de que la película la habré visto lo menos veinte veces; pero aprovechando el confinamiento encargué algunos libros y ayer mismo terminé de leer éste, y ¡ya véis!, al día siguiente no he podido resistirme más y me he puesto manos a la obra para preparar este delicioso plato que Jonathan Harker menciona al comienzo de su viaje hacia Transilvania, en ésta maravillosa novela que me estaba perdiendo.

Investigando por internet y haciendo también uso de mis "contactos rumanos" 😂, desgraciadamente no logré esclarecer mis dudas sobre éste plato, ya que por internet solo me aparecían muchas recetas distintas insparadas en la novela, y por otro lado ni mi pareja ni mis suegros tenían la menor idea de lo que era el "Paprika Hendl", así que al final decidí hacer mi propia versión y usar un ingrediente básico o al menos bastante común en la cocina rumana, el Smantana.

Smantana es una especie de nata agria o crema agria bastante similar a la 'creme fraiche', que suele usarse en muchos platos típicos de Rumania, como el Ciulama, que es pollo en una salsa cremosa riquísima, o los Papanasi, un postre típico de masa frita tipo donut's que se sirve con ésta nata agria y mermelada, y que os aseguro que está para chuparse los dedos. 

Como ésta vez no disponía del Smantana original, decidí buscar opciones similares en los supermercados habituales y así también poder daros a vosotros otras alternativas con las que preparar ésta deliciosa receta, y encontré diferentes marcas de 'creme fraiche' bastantes similares, la que más se asemejó en cuanto a sabor y sobre todo textura fue sin duda la de la marca 'President' que conseguí en Carrefour, así que si podéis usar esa, mejor que mejor.

Luego, basándome en las impresiones que nuestro Sr Harker daba sobre el plato en cuestión; como que éste le había provocado mucha sed, imaginé por tanto que sería una comida bastante picante, así que decidé hacer una salsa cremosa de pimentón con un buen toque picante, además de que a mi el picante me enloquece; de hecho a menudo mi pareja se me queja de que le pongo picante a todo 😆...

En definitiva, el resultado ha sido más que satisfactorio, con una salsa riquísima que invita a untar pan hasta no dejar ni las migas, y un pollo muy tierno que se te deshace en las manos... Si realmente la receta que probó nuestro Sr Haker en su viaje era así, no me extraña en absoluto que le gustase tanto, hasta el punto de pedir la receta para compartirla con su amada Mina una vez estuviese de vuelta.

Bueno, sin más demora comienzo con la receta, que espero que os guste tanto como a mi 💗.

INGREDIENTES:

• 6-8 contramuslos de pollo
• 2 cucharadas de mantequilla
  
• 2 cebollas picadas
• 5 dientes de ajo laminados
  
• 1 pimiento rojo picado
• 4 cucharadas de tomate triturado
• 250 gramos de Smantana o 'Creme Fraiche'
• 2 cucharadas de pimentón dulce
• 2 cucharadas de pimentón picante
• 2 cucharadas de harina de trigo
  
• 1 litro de caldo de pollo
  
• Sal y pimienta al gusto

 PREPARACIÓN:

1. En una olla calentamos la mantequilla y doramos los contramuslos de pollo ya salpimentados. Una vez dorados, retiramos éstos de la olla y reservamos.
2. En la misma grasa sofreímos la cebolla hasta que dore. Luego agregamos el ajo, el tomate y el pimiento, removemos y cocinamos durante 3 minutos.
3. Apartamos la olla del fuego y añadimos los dos tipos de pimentón, sal y pimienta al gusto y removemos. Añadimos de nuevo el pollo y agregamos el litro de caldo de pollo. Volvemos a poner al fuego, tapamos y cocinamos a fuego suave durante un mínimo de 40 minutos.
4. Transcurrido éste tiempo y cuando hayamos comprobado que el pollo está bien tierno, mezclamos en un bol el smantana o la creme fraiche con la harina de trigo y lo añadimos al caldo mientras removemos sin parar.
5. Una vez haya espesado la salsa, apartamos la olla del fuego y dejamos reposar unos 15 minutos. Servimos nuestro Paprika Hendl de manera opcional con unas ramitas de perejil fresco. ¡Listo!

¡Hola Comileros!, ¿cómo estáis?.

Hoy os traigo una receta super sencilla, rápida, económica y con mi contraste favorito de sabores, dulce y picante. Se llama "Talé Talé", y son unos buñuelos de plátano con copos de chile típicos de Benín; un país del África Occidental, que vive en su mayoría de la agricultura con productos como el cacao, la palma, los cacahuetes, el maíz o el arroz, además de muchos otros. 

Este plato en cuestión es un dulce típico hecho solo con plátano y harina, frito y luego servido con copos de chile por encima, y os puedo asegurar a aquellos que como yo seáis amantes del "dulce-picante" que estos buñuelos os van a encantar, o al menos para mi están de vicio 😋.

Además ésta receta os servirá de aprovechamiento para esos plátanos muy maduros que se nos quedan a veces en el frutero y no sabemos muy bien que hacer con ellos. ¡Comenzamos con la receta!

INGREDIENTES:

• 4 plátanos bien maduros
• 120 gramos de harina de repostería (son 30 gramos de harina por cada plátano)
• Una pizca de sal
• Copos de chile o cayena
• Aceite de sabor neutro para freir

• 1 cebolla blanca bien picada
• 2 dientes de ajo laminados
• El zumo de medio limón
  
• 3 aguacates maduros
• 500 ml de nata líquida para cocinar
• 1 sobre de fumet de pescado
• Sal y pimienta al gusto
• 12 langostinos pelados y limpios
• Perejil fresco picado
• Cayena o chile en copos
• Aceite de oliva virgen
• Tallarines guisados
  

1. En un sartén caliente engrasado con un poco de aceite de oliva, asamos los langostinos, y los reservamos.
2. Añadimos un poco mas de aceite y sofreimos la cebolla y el ajo.
3. Mientras tanto, trituramos los aguacates con ayuda de un prensa patatas o un tenedor. Si queréis que no quede ningún trocito de aguacate y la salsa sea totalmente lisa, podéis triturarlos en la batidora.
4. Agregamos el zumo de limón al aguacate triturado y mezclamos bien.
5. Cuando la cebolla esté tierna, agregamos el puré de aguacate y vamos añadiendo poco a poco la nata líquida mientras removemos.
6. A continuación agregamos el fumet de pescado, y sal y pimienta al gusto. Cocinamos un par de minutos más a fuego suave sin parar de remover, y apartamos la salsa del fuego.
7. Agregamos los tallarines guisados a la salsa, y mezclamos.
8. Servimos los tallarines en salsa con los langostinos por encima, y espolvoreamos con un poco de perejil fresco picado y copos de chile.  

1. En un bol o plato hondo mezclamos la leche con el licor de almendras. Vamos mojando las bizcochillas y colocándolas en un molde desmontable hasta formar una buena capa de bizcochos como base.
2. Hidratamos el polvo de gelatina con un poco de agua, solo una pizca, como unas dos cucharadas mas o menos. En el caso de las hojas de gelatina no tiene tanta importancia el tema del agua ya que se pueden escurrir.
   
3. Llenamos como medio vaso con la leche que vamos a usar para las natillas, y diluimos el preparado en el medio vaso de leche hasta que no queden grumos. En un cazo a fuego medio calentamos la leche con el azúcar. Cuando empiece a hervir la leche, añadimos poco a poco el preparado de natillas disuelto mientras removemos constantemente hasta que las natillas hiervan y espesen un poco.
4. Agregamos la canela de ceylan y la gelatina hidratada y mezclamos bien hasta que la gelatina se disuelva; (si usáis hojas recordad escurrirlas bien con las manos antes de añadirlas).
5. Pasamos la crema de natillas por un colador para eliminar posibles grumos y la vertemos en el molde sobre la base de bizcochos.
6. Dejamos enfriar a temperatura ambiente hasta que enfríe y luego en la nevera unas 8 horas.
7. Pasado el tiempo de enfriado de la tarta procederemos a preparar la cobertura. En un recipiente al baño maría derretimos el chocolate; yo aproveché este punto para mojar un par de fresas en el chocolate que usar luego como decoración; a continuación vamos añadiendo la nata poco a poco mientras mezclamos con varillas manuales. Por último agregamos la mantequilla y si queréis, la cucharada de amaretto, y seguimos removiendo hasta que los ingredientes estén bien integrados.
8. Retiramos la parte desmontable del molde (no le quitéis la base o se os romperá), colocamos la tarta sobre una rejilla o si al igual que yo, no tenéis, sobre un bol o plato donde se pueda sujetar bien sin que la tarta toque la superficie de la cocina. Recordad poner también algo debajo para los restos de chocolate que vayan cayendo, yo puse papel de hornear. Vamos vertiendo poco a poco la cobertura de chocolate sobre la tarta y extendiéndola con ayuda de una espátula de silicona hasta que toda la tarta esté cubierta. Dejamos enfriar a temperatura ambiente y luego en la nevera hasta que se solidifique.
9. Por último rebozamos los bordes de la tarta con el crocanti de almendras y decoramos con las fresas.