Guardo muchos recuerdos de infancia sobre las películas de Asterix y Obelix. Pasaba los fines de semana viéndolos luchar contra los romanos para posteriormente deleitarse con grandes banquetes en los que nunca faltaban el jabalí asado y la buena cerveza.
Así que como hace poco he comenzado a hacer una sección de "Recetas de cine"; en las que hago platillos que salen en películas o series, he querido hacer este Estofado de Jabalí a la cerveza, en honor a estas películas (ya que no puedo cocinar un jabalí entero tal y como aparece en ellas). ¡Espero que os guste!
I
El Tao puede ser expresado
no es el Tao permanente.
El nombre que puede ser nombrado
no es el nombre permanente.
Sin nombre (Tao) es el origen
de todas las cosas.
Con nombre (cao primitivo) es
la madre de todos los seres.
Por tanto,
los que constantemente, sin deseos,
contemplan ilimitadamente
el misterio de todas las cosas;
los que constantemente, con deseos,
contemplan sólo limitadamente
todas las cosas;
ambos vienen del mismo origen
pero con diferentes nombres para
decir una misma cosa.
El misterio profundo y más profundo
es la puerta de la transformación
de todas las cosas.
INGREDIENTES:
- 6 rodajas de pan de molde
- 6 trozos de queso
- 2 huevos batidos
- Panko
- Aceite de Oliva
- Opcional: Especias al gusto o majado de ajo y perejil
PREPARACIÓN:
- Aplanamos un poco las rodajas de pan de molde con ayuda de un rodillo, y si lo deseamos les añadimos especias al gusto o el majado.
- Colocamos en un extremo de cada rodaja de pan de molde un trozo de queso y enrollamos.
- Pasamos los rollitos por huevo y panko y los freímos en abundante aceite bien caliente hasta que doren. Servimos.
- Si yo fuera tú, no ligaría conmigo - dijo ella.
- Si yo fuera tú, no ligaría conmigo - dijo él.
Así que cada uno se fue con otra persona. El con la mejor amiga de ella. Ella con el peor amigo de él.
Más adelante, cuando los dos habían dejado ya a sus respectivos amores, se encontraron de nuevo y se contaron la vida.
- Ya sabía yo que aquella moza no era para ti.
- Ya sabía yo que aquel mozo no era para ti.
- ¿Quieres decir que si yo fuera tú, ligaría conmigo?
- ¿No querrás decir que si yo quiero decir que si yo fuera tú, ligaría conmigo?
- Sí.
- Sí. Pero también puede plantearse la otra pregunta.
- ¡Oh! No líes las cosas. ¿Tú que harías si fueses yo?
- Lo mismo que yo si fuese yo.
- Querrás decir que tú si fueses yo.
- No. Digo que yo si fuese yo.
Se rieron tanto que se olvidaron de ligar. El tercer encuentro tuvo lugar a la salida del refugio después de un bombardeo.
- Ahora o nunca - dijo ella -. Es el momento de decidirnos.
El cometió el error de decir:
- ¿Quién a qué?
Ella no pudo resistir la tentación de contestar:
- ¡Y quién no a qué no, en los tiempos que corren!
Entonces él dijo:
- Cualquier decisión errónea puede ser sólo la decisión de este momento.
El se creyó obligado a hacer una frase:
- Cualquier error es siempre momentáneo.
Y ella, indignada, dijo:
- Y contigo todos los momentos son erróneos.
Años más tarde le comentaba a una amiga:
- Era un gran mozo, pero le perdía su afición a las frases.
Y la amiga preguntó:
- ¿Y a ti no?
- A mí me pierden dos aficiones: la mía de hacer frases y la de los hombres de decir la última.
INGREDIENTES:
- 1 paquete de fideos udon
- 1 huevo escalfado
- 1 puñadito de ajillo picado
- 1 puñadito de cebolla o cebolleta picada
- 1 puñadito de setas shimeji
- 1 puñadito de escamas de bonito seco
- 1 cucharadita de jengibre rallado o encurtido
- 2 cucharaditas de mezcla de sésamo y alga nori tostados
- 1 taza de caldo dashi
- 3 cucharadas de salsa de soja light
- 1 cucharada de mirin
INGREDIENTES:
PARA LA PLANCHA DE BIZCOCHO:
- 6 huevos
- 150 gr de azúcar
- Ralladura de un limón
- 150 gr de harina de trigo
- Medio sobre de levadura Royal
- Una pizca de sal
- 3 huevos
- 100 gr de azúcar
- 350 gr de queso mascarpone
- 2 hojas de gelatina neutra
- 200 ml de café fuerte
- 4 cucharadas de licor de Amaretto
- Cacao puro en polvo
- Hojas de hortelana o menta
PREPARACIÓN:
- Comenzamos preparando la plancha de bizcocho. Ponemos a calentar el horno a 180º. Engrasamos una bandeja para horno con mantequilla o aceite vegetal y la cubrimos con papel de hornear,procurando que quede bien pegada.
- Separamos las yemas y las claras. Batimos las yemas con el azúcar y la ralladura de limón hasta que doblen su volumen. A continuación montamos las claras con la pizca de sal a punto de nieve, reservamos.
- En un recipiente aparte mezclamos la harina y la levadura. Añadimos poco a poco la harina tamizada a la mezcla de yemas y mezclamos bien. Seguidamente incorporamos con cuidado las claras a punto de nieve,y vamos mezclando con movimientos suaves y envolventes.
- Extendemos bien la masa sobre la bandeja de horno y horneamos de 10 a 15 minutos,dependiendo del horno. Es importante que la plancha de bizcocho no se cocine demasiado ya que puede romperse a la hora de enrollarla.
- Mientras tanto preparamos el relleno. Separamos las yemas y las claras. Batimos las yemas con el azúcar hasta que doblen su volumen y añadimos con cuidado el queso mascarpone mientras mezclamos suavemente.
- Dejamos las hojas de gelatina en remojo. Una vez blandas,las escurrimos y las derretimos en un par de cucharadas de agua. Se las añadimos a la mezcla y batimos bien.
- Montamos las claras a punto de nieve y las incorporamos poco a poco y con cuidado a la mezcla de mascarpone. Es importante que este paso lo hagáis con sumo cuidado ya que si no la crema podría quedar demasiado líquida y salirse al rellenar la plancha de bizcocho.
- Dejamos la crema en la nevera un mínimo de 15 minutos. Cuando la plancha de bizcocho esté hecha la enrollamos y dejamos enfriar a temperatura ambiente.
- Una vez fría,la desenrollamos y la pintamos con el café y el amaretto. Seguidamente la rellenamos con la crema de mascarpone dejando 1 centímetro de margen en los bordes.
- Enrollamos con cuidado,envolvemos el brazo con papel film y lo metemos en el congelador de 20 a 30 minutos.
- Pasado ese tiempo,retiramos el papel film,cortamos los bordes,cubrimos el brazo con cacao puro en polvo espolvoreado y decoramos con hojas de hortelana o menta. Conservamos en el frigorífico.